Llegada y primeras impresiones
Nada más llegar, fui recibido por Felipe y Luisa, los anfitriones del lugar. Su amabilidad y disposición para asegurarse de que todo estuviera perfecto para mi estancia fueron excepcionales. Ambos comparten una pasión por la naturaleza y se nota en la forma en que cuidan cada detalle del camping. A solo 7 minutos a pie desde el parqueadero, llegué al área de acampada, que se encuentra rodeada de naturaleza, con vistas impresionantes a la laguna.
El costo del camping es muy accesible: 10 mil pesos por persona para la zona de camping y 5 mil pesos por persona para el acceso a la zona de pesca con caña. Este precio, además de ser bastante económico, permite disfrutar del entorno sin preocuparse por el presupuesto. Y si eres amante de los animales, te alegrará saber que se aceptan perritos, lo que lo hace ideal para quienes disfrutan de una escapada con su mascota.
El camping en sí: instalaciones y cercanía a la laguna
La Zona de Camping Amanita ofrece un espacio amplio y bien distribuido para acampar. Elegí una parcela cerca de la laguna, lo que me permitió disfrutar de la cercanía con el agua. El acceso a la laguna a pie es inmediato, lo que lo convierte en un sitio perfecto si disfrutas de la pesca o simplemente de sentarte junto al agua a disfrutar de la tranquilidad. Las parcelas son amplias y están bien niveladas, ideales para instalar la carpa sin complicaciones.
Además, la zona cuenta con servicio de tienda y restaurante, lo cual es muy conveniente si te apetece disfrutar de una comida caliente o comprar algo que pudiste haber olvidado. Las instalaciones están bien equipadas, con baños limpios y duchas con agua caliente, lo que añade comodidad al entorno natural.
Aunque estás en contacto directo con la naturaleza, las instalaciones están bien equipadas. Hay baños limpios y duchas con agua caliente, lo cual es un lujo después de un día de exploración. También tienen zonas designadas para hacer fogatas, donde cada noche el cielo despejado y las estrellas ofrecen un espectáculo visual inolvidable. No he visto un cielo tan claro y lleno de estrellas en mucho tiempo, y fue uno de los momentos más mágicos de mi estancia.
Actividades y exploración
Durante mi visita, tuve la oportunidad de disfrutar de una variedad de actividades. La proximidad a la laguna hace que la pesca sea una opción excelente para quienes buscan un momento de relajación junto al agua. Además, hay varios senderos para explorar a pie que te permiten disfrutar del paisaje y la fauna local. Los anfitriones también organizan actividades adicionales, y siempre están dispuestos a ayudarte con recomendaciones sobre qué hacer.
Felipe y Luisa se aseguran de que todos los campistas se sientan cómodos y tengan todo lo necesario para una estancia agradable. Incluso me dieron algunos tips sobre los mejores lugares para pescar y dónde ver las mejores vistas de la laguna.
Un refugio natural cerca de la ciudad
Lo que más me impresionó de este lugar fue su accesibilidad desde Bogotá. A tan solo 90 minutos en carro, puedes escapar del estrés de la ciudad y sumergirte en un entorno natural increíble. La Zona de Camping Amanita es un lugar donde puedes desconectar, respirar aire puro y reconectar con la naturaleza.
Conclusión
Si buscas un lugar para acampar donde la tranquilidad y el contacto con la naturaleza sean protagonistas, la Zona de Camping Amanita es el sitio ideal. La cercanía con la laguna, la amabilidad de los anfitriones Felipe y Luisa, y la posibilidad de disfrutar de actividades al aire libre como la pesca, lo hacen un destino que no querrás perderte. Además, los precios económicos (10 mil por acampar y 5 mil por pescar), el servicio de tienda y restaurante, y el hecho de que se acepten perritos lo convierten en una opción perfecta para familias, parejas y aventureros.
Sin duda, regresaré. ¡Y si decides visitarlo, te aseguro que querrás volver también!